15 de febrero de 2010

Crea tu propio mundo. No seas un borrego más.

Creo que la creatividad es innata en cada uno de nosotros. Por desgracia, a medida que crecemos nos olvidamos de ello. Nos salen pelos en ciertas zonas, nos cambia la voz y empezamos a pensar en chicas (o en chicos, todo depende de cada cual); y eso está muy bien. Lamentablemente, llega un momento en nuestra vida en el que parecemos olvidar nuestra infancia. Basta con retroceder en el tiempo para recordar a qué solíamos dedicarnos cuando íbamos a la guardería o a pre-escolar, antes de comenzar con los algoritmos, los análisis morfosintácticos o la tabla de los elementos químicos. Quien más quien menos recordará algo de aquella temprana edad en la que todos hemos estado y en la que vivíamos felices e ignorantes de las preocupaciones mundanas que seguramente al llegar a una edad todos hemos sufrido o seguimos sufriendo. Ninguno se preocupa por nada a esas edades, como mucho, tratas de que no te quiten el chupete en la guardería; ni siquiera te preocupaba cagarte encima, pues sabías que alguien te limpiaría el culo tarde o temprano.

Esa es la etapa en la que la creatividad que todos llevamos dentro florece con mayor intensidad, quizá porque todo nos parece nuevo y, una simple caja de lápices y rotuladores de colores, era capaz de hacer volar nuestra imaginación y desparramarla sobre cualquier superficie ya fuera una hoja de papel o la pared (con la consiguiente bofetada si un adulto te pillaba).

Al crecer, terminan por sorberle el coco a uno con tanta puta escuela y tanta puta televisión basura. Quizá por eso siempre añoramos los dibujos animados de nuestra niñez y no programas absurdos y lobotomizadores como "Aquí hay tomate" o  "Salsa rosa". Si he nombrado a la escuela es precísamente porque es la principal culpable de nuestra exasperación en muchos de nosotros. De ser libre en la guardería para moverte como quieras por todo el aula, a estar sentado como un borrego durante seis insufribles horas en un asqueroso pupitre de madera sin poder siquiera alzar la voz; preguntándote dónde estaban tus ceras de colores y tus rotuladores.


3 comentarios:

Daniel Atienza López dijo...

Señor M. Tienes razón en lo de la puta escuela, insitituto y Universidad... pero no creo que la creatividad se nos apague. Para mi es como el agua, que siempre encuentra un hueco por el que filtrarse. Sin ir más lejos, cuando la vida te da un palo y te acabas poniendo en pie o un simple beso; eso, para mi, es arte puesto que se está generando un hecho o "tu" realidad. Brazoooo.

Ruben Barroso dijo...

XD Me has dejado un poco descuadrado con tu respuesta. Evidentemente todos tenemos nuestra propia historia y nuestra propia "realidad", por decirlo de una manera; pero a lo que me refería es que al final muchos aceptan los cánones de la sociedad aunque ello vaya contra sus propias inquietudes. Me refiero a que la sociedad te crea unas necesidades y preocupaciones que no existen de por sí en la naturaleza del hombre, pero que finalmente las aceptamos justamente porque queremos formar parte de esa misma sociedad. Vaya pajote me estoy haciendo, será mejor que vaya dejando de beber. xD

Raquel dijo...

Diossss qué jaleo habéis hecho o_o no me he enterao de na jajajja.