Los famosos y sus gilipolleces.

El otro día pude ver, en uno de esos múltiples canales de televisión (no diré cuál para no hacer publicidad gratuita) que tenemos a nuestra disposición y podemos ver en la llamada caja tonta, un nuevo programa de televisión. La gracieta de éste radica en que un famoso cualquiera, normalmente presentadores y famosillos de la propia cadena, aunque parece haber de todo un poco, actúan en diversos comercios tales como bares, tiendas de ropa o kioscos y tratan de hacerse pasar por gente totalmente anónima. Para ello, evidentemente, recurren a la tan consabida regla de negarlo todo aunque la persona que te acaba de pedir una caña te halla reconocido a la primera de cambio.
Incluso algún cliente más arriesgado que otro se tilda en pedir el número de teléfono del famoso con la "ilusión" de quedar con él a solas para vete tú a saber qué.

El programa resulta de lo más entretenido sino tienes nada mejor que hacer, como limarte los callos de los pies o ver como crece la hierba. Pero lo mejor, aparte de haberlo visto empezado y no verlo entero, es cuando por fin revelan su identidad, esa que ya le habían calado desde el principio y te sueltan las típicas frases aquellas de esto es un trabajo maravilloso porque es muy cercano a la gente, porque estás en contacto con la calle, porque es humilde, porque esto o porque lo otro... Cuando en el fondo están deseando llegar a su casa y cobrar el talonario en vez de estar haciendo el cabra en programas de chichinabo en cadenas que les obligan a hacer tales idioteces por seis rupias en publicidad que te endiñan entre medias del programa.

Por ello les dedico una viñeta desde mi más humilde rincón.