26 de abril de 2010

¡Actúa!

En esta entrada voy a hablar un poquito sobre aquellas personas (entre las que me voy a incluir, por el momento) que sienten la necesidad de dar un giro a su vida por la razón que sea. Estas razones pueden ser varias: un cambio de imagen, un cambio en tus ideales, de pareja, de religión o, porqué no decirlo, de sexo; además de muchas otras que puedan ocurrírsele a uno. No soy profesor, ni tengo pretensión de serlo nunca; por regla general, no los trago.

Muchas veces, cuando nos encontramos en una encrucijada o estamos ante una situación para la que no tenemos una respuesta o forma de actuar que nos funcione como nos gustaría, nos agazapamos en un rincón y tenemos la esperanza de que tarde o temprano la borrasca pasará. El problema surje cuando la tormenta parece no pasar nunca, y simplemente por el hecho de no querer cambiar nuestros principios o nuestra forma de querer ver las cosas, ya sea por pereza o incapacidad, la desesperación comienza a hacerse patente. Es entonces cuando se hace necesario un cambio de actitud que nos lleve hacia un objetivo concreto y que nos libre del chaparrón. Y por supuesto, los cambios son difíciles de hacer, hay que enfrentarse a miedos y dudas constantemente; en algunos casos se fracasa y en otros se acierta. Es normal tener dudas y miedos ante situaciones que escapan a nuestro control, pero aún así siempre hay opciones de hacerlo mejor. Hay tantas cosas que no dependen de nuestra voluntad, sino que vienen porque sí; ante las cuales, lo único que podemos hacer al respecto es adaptarnos.

Yo de momento soy de los que ven llegar el chaparrón y no se apartan, sigo estando agazapado en mi rincón, a pesar de saber que de no actuar acabaré empapado. Pero como algún sabio dijo alguna vez, el primer paso es darse cuenta de ello. Espero que este post ayude a un par de personas que conozco y a las que quiero de maneras distintas.


4 comentarios:

Unknown dijo...

Decidido. Voy cambiar de sexo. De tener poco a tener mucho.

Saludos.

Ruben Barroso dijo...

xD

Raquel dijo...

Muy buen comentario.
Ay que ver los tiempos de ahora que nada más son luchas constantemente con uno mismo. El ser humano, necesita esperanzas, ilusiones,necesita creer e imaginar que todo se arreglará, que la tempestad se irá y que vendrá la calma; pues si no, no quiere vivir.
Necesita a veces, creer en una realidad idealizada y en un futuro que poco se asemeja al que de verdad será. O ¿por qué no?
Tal vez todo resida en la confianza y empeño en sí mismo.
Gran parte del esfuerzo que te impulsa a ese cambio ya sea físico o espiritual, en ocasiones, es importante tener un gran apoyo.

Besazos.

Ruben Barroso dijo...

Supongo que el ser humano es inconformista por naturaleza. Que le den por saco xD